domingo, 31 de diciembre de 2017

Último amanecer de 2017

La noche del 30 de diciembre de 2017 soplaba el viento y las turbulencias atmosféricas provocaban que las estrellas no se mostraran de una forma puntual, pero a pesar de ello decidí sacar el SC de 235mm para observar un poco la Luna y hacer algunos dibujos.

Pero esta entrada no va exactamente sobre la observación lunar, sino de un momento de descanso entre cráter y cráter.

Desde la terraza de mi casa en el pueblo veía el jardín que tengo debajo donde el Ayuntamiento ha colocado luces de adorno para dar un ambiente navideño acorde a las fechas en las que estamos. No es que me haga especial ilusión, ya que me afecta a la hora de observar, pero tengo que reconocer que el resultado es bastante entrañable.

Sin embargo, hay algo que me dejó un poco preocupado. Decidí aprovechar que tenía a mano la cámara para hacer una foto de recuerdo. El primer disparo me quedó claramente con poca exposición, pero me dije: “Anda, si parece una Cascada de Kemble de Navidad”. Menos más que no suelo verbalizar en voz alta mis pensamientos cuando estoy observando por la noche con el telescopio…


Modificando el tiro y el encuadre, ahora sí, conseguí algo más decente:


No tardé mucho en irme a dormir. Quería levantarme con tiempo para ver el último amanecer del año. Desde la casa de mi pueblo, las salidas del Sol suelen ser bastante espectaculares. Y la verdad es que no me ha decepcionado:




Feliz entrada de año, y que el 2018 venga lleno de felicidad para todos.

viernes, 29 de diciembre de 2017

NGC7662, la nebulosa Bola de Nieve Azul (Blue Snowball) con el SC de 235mm

NGC7662, la famosa nebulosa planetaria Bola de Nieve Azul (The Blue Snowball), es un objeto impresionante tanto a nivel fotográfico como visual. Ya compartí la fotografía que conseguí de ella:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2017/12/fotografia-de-ngc7662-la-nebulosa-bola.html

Y la observación que hice con el pequeño SC de 127mm:

https://laorilladelcosmos.blogspot.com.es/2009/09/ngc7662-blue-snowball-planetaria-en.html

Y ahora es el turno de la mejor experiencia que he tenido con ella con el SC de 235mm. Alguna vez lo he comentado, una de las principales razones por las que decidí comprar un telescopio de esta abertura fue la posibilidad de ver con mayor comodidad estas estrellas moribundas y el poder percibir detalles que, con aberturas más pequeñas, resultan imperceptibles. NGC7662 es un buen ejemplo que no iba desencaminado en mis planteamientos.

La noche del 13 de agosto de 2017 no era especialmente adecuada para a observación de objetos difusos de cielo profundo, ya que la Luna brillaba en el cielo en un 71% de su superficie. Sin embargo, las nebulosas planetarias aguantan con mucha dignidad la luz de la Luna. Así que no tuve reparo en apuntar el telescopio hacia ella.

Ya con bajos aumentos la identifico perfectamente, y lo mejor de todo, su tonalidad azulada característica es muy evidente. Para percibir más detalles decido forzar hasta los 235x que me ofrece el ocular de Celestron de 10mm y, para ser sincero, llego a emocionarme. Después de adaptar bien la vista logro distinguir dos capas gaseosas, una interna de forma un tanto irregular, envuelta por otra externa un tanto menos marcada. Como digo, es emocionante llegar a distinguir por uno mismo estos detalles en una nebulosa de estas características.

Por otro lado, intento percibir la estrella central, pero por mucho que lo intento no soy capaz de verla. Después, leo que la estrella central oscila entre la magnitud 13 y la 11,5. Una buena motivación a la hora de observarla en otras ocasiones.

Este es el dibujo que hice de lo que pude apreciar de NGC7662:



Descubierta el 6 de octubre de 1784 por William Herschel, esta planetaria se encuentra a unos 3.200 años luz de distancia. La podemos encontrar en la constelación de Andrómeda 25’ al Sudoeste de 13 And, que resulta ser una excelente estrella de referencia que brilla con magnitud 5,8 para localizarla sin excesiva dificultad.

Carta generada con Cartes du Ciel
Quiero aprovechar esta última entrada del año para desearos a todos los que leéis La Orilla del Cosmos habitualmente, de forma puntual, o a los que habéis llegado por casualidad a esta página, que tengáis un 2018 lleno de paz, salud y felicidad.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Fotografía de NGC7662, la nebulosa Bola de Nieve Azul (Blue Snowball)

Lamentablemente, por diversas causas hace meses que no puedo salir a observar el cielo, pero la afición a la astronomía es tan fuerte que no puedo evitar pasar el poco tiempo libre que actualmente tengo preparando planificaciones de observación, buscando información sobre posible nuevo instrumental, leyendo libros sobre astronomía que tenía pendientes… y revisando material que tenía de anteriores observaciones.

La noche del 13 de agosto de 2017 saqué unas cuantas fotos de NGC7662, la nebulosa Bola de Nieve Azul (Blue Snowball). No tenía demasiadas expectativas sobre el resultado que pudiera obtener de ellas y las dejé un poco olvidadas. Hasta ahora, que con ayuda del Pixinsight he podido obtener un resultado que, sin llegar a ser una foto de concurso, sí que me ha dejado gratamente sorprendido por el detalle interno de la planetaria que he conseguido extraer.


Con el poco tiempo que dispongo, estoy muy contento con las contadas fotos que voy consiguiendo obtener, y aun sabiendo que no son nada del otro mundo, me gusta compartirlas aquí en el blog. Estoy seguro que los que compartís la afición sabréis valorarlas en su justa medida. :)

sábado, 9 de diciembre de 2017

vdB1 - Nebulosa de Reflexión en Cassiopeia

Cuando planifico sesiones de observación suelo fijarme en los catálogos más conocidos por los aficionados, empezando por el Messier, pasando por el NGC, algunas veces el IC… y de manera puntual, gracias a referencias que encuentro en libros dedicados a la observación astronómica, a veces encuentro objetos que no aparecen en estos catálogos más habituales y que me deparan sorpresas realmente agradables.

Este es el caso de vdB1, una nebulosa de emisión que podemos encontrar en la constelación de Cassiopeia.

Carta generada con Cartes du Ciel 
vdB1 es precisamente la primera entrada del “Catalogue of Reflexion Nebulae”, compilado en el artículo “A Study of Reflection Nebulae” publicado en 1966 en “Astronomical Journal” (vol. 71, p. 990) por el astrónomo canadiense Sidney van den Bergh.

El listado actualizado de este interesante catálogo con las coordenadas correspondientes se puede encontrar en esta página de la revista “Astronomy”:

http://www.astronomy.com/~/media/Files/PDF/Web_Extras/Import/van_den_bergh_catalog.pdf

De todas maneras, van den Bergh no descubrió esta nebulosa de reflexión. Quien lo hizo fue Beverly T. Lynds en 1965, quien la incluyó en su “Catalogue of Bright Nebulae”, publicado en “Astrophysical Journal Supplement” (vol. 12, p. 163). Por ello, este objeto lo podemos encontrar también bajo el nombre de LBN 578.

Por otro lado, no debemos confundir esta nebulosa de Cassiopeia con un el cúmulo abierto vdB 1 que encontramos en Monoceros.

La posición donde se encuentra la nebulosa es muy fácil de localizar, ya que está a tan sólo unos 30’ al Sur-Sureste de Caph (Beta Cas), sin embargo, su observación puede no resultar tan sencilla.

Al menos, esta es la experiencia que tuve con ella el 17 de agosto de 2017 cuando pude disfrutar de ella desde unos cielos rurales con mi SC de 235mm:



En un primer momento solo puedo ver un pobre campo estelar en el que destacan tres estrellas que brillan alrededor de la magnitud 8-9 y que forman un bonito asterismo triangular.

Precisamente, esta tríada estelar (TYC3664-1459-1, TYC3664-1059-1 y HIP876) es la que nos sitúa en el lugar donde tenemos que dirigir nuestros esfuerzos para descubrir nuestro objetivo.

Pero necesito adaptar muy bien la vista a la oscuridad para empezar a percibir algo alrededor de estas tres estrellas. Y no es hasta que añado el filtro UHC y utilizo la visión lateral, que no veo, ahora sí, con cierta facilidad, la nebulosa rodeándolas y formando una especie de L.

Dos débiles parejas estelares que parecen estar admirándola acaban de conformar el escenario.
Estoy un buen rato intentando exprimirla un poco más, pero no consigo nada más que lo que he dibujado. Que no es poco y que ha hecho que merezca la pena la visita a la primera entrada de este interesante catálogo de van den Bergh.

Aladin Lite

sábado, 2 de diciembre de 2017

NGC6440 - Cúmulo globular en Sagittarius

Sagittarius es rica en cúmulos globulares, y muchos de ellos son muy vistosos. Por eso, muchos aficionados no visitan algunos globulares de esta constelación que pueden considerar faltos de interés. Sin embargo, algunos son injustamente considerados, como puede ser el caso de NGC6440.

Carta generada con Cartes du Ciel
Una pregunta lógica sería plantearnos el por qué este globular merece una visita. La respuesta es que, aun siendo irresoluble para la mayoría de telescopios, es lo suficientemente brillante como para ser perfectamente asequible y además se encuentra a tan sólo 20’ al Sur-Suroeste de NGC6445, la bonita nebulosa planetaria conocida como la “Caja”.

Con la intención de comprobar cómo podía ver NGC6440, la noche del 17 de agosto de 2017 apunté hacia él con el SC de 235mm:



Puedo percibir un núcleo bien marcado y evidente ya en un primer vistazo con 94x. Fuerzo aumentos con el Delos de 14mm y voy adaptando mejor la vista a la oscuridad. Envolviendo el núcleo voy percibiendo paulatinamente un halo difuso y tenue, pero dentro de su evanescencia, se halla bien presente.

Eso sí, por mucho que lo intento, no soy capaz de resolver el globular.

Cuando ya doy por terminada la observación de NGC6440, aprovecho para echar un rápido vistazo a NGC6445. Misión completada y a plena satisfacción.

Descubierto el 28 de mayo de 1786 por William Herschel, se encuentra situado a unos 27.000 años luz, presenta una asequible magnitud visual de 9,2 y un tamaño aparente de 6,3’.

Esta es una imagen de la zona que nos ofrece Aladin Lite, NGC6440 abajo y NGC6445 arriba a la derecha de HIP87246, una bonita doble de mag. 7,6:

Aladin Lite

viernes, 24 de noviembre de 2017

NGC6563 - Nebulosa planetaria en Sagittarius

NGC6563 es una nebulosa planetaria que podemos encontrar en la constelación de Sagittarius,  Situada a unos 2,5º al Este-Nordeste de Epsilon Sgr puede representar un verdadero reto si nuestros cielos no son lo suficientemente oscuros o nuestro telescopio no tiene una abertura adecuada. Sin embargo, si las condiciones de observación nos acompañan, NGC6563, nos dará bastante juego.

Carta generada con Cartes du Ciel
La noche del 17 de agosto de 2017 apunté hacia ella el SC de 235mm. Comparada con otras planetarias, su tamaño es relativamente  grande. Sin ayuda de ningún filtro y con paciencia, quien tenga el ojo acostumbrado a observar este tipo de objetos difusos, ya puede percibirla. Yo la vi bastante tenue y débil, de manera que no tardé demasiado en añadir el filtro OIII.

Y la verdad es que en momentos como este es cuando uno se da cuenta de las grandes bondades de este accesorio a la hora de resaltar las nebulosas planetarias.

Con el filtro resalta mucho más y en un principio la veo de forma redondeada, pero a la que acostumbro mejor la vista voy adivinando una estructura realmente ovalada. Más tarde leo que se trata de una planetaria anular, sin embargo, yo no la he percibido de esta manera.



El campo donde se encuentra esta difusa y huidiza planetaria es pobre en lo que se refiere a estrellas brillantes, pero esto permite que la nebulosidad acapare toda nuestra atención. Poco detalle más allá de su forma y presencia, pero el hecho de haberla cazado ya representa una buena recompensa.

NGC6563 se encuentra situada a unos 7.600 años luz de distancia y fue descubierta por James Dunlop que la incluyó en su obra “A Catalogue of Nebulae and Clusters of Stars”, publicado en 1828. Brilla con magnitud 11,0 y presenta unas dimensiones de 50”x38”.

Y para terminar no quiero dejar pasar la oportunidad de disfrutar de su forma anular puede verse perfectamente en esta espectacular fotografía del ESO:

Crédito: ESO/P. Weilbacher (AIP)

viernes, 17 de noviembre de 2017

Rupes Recta en cuarto menguante

A la que tengamos una mínima experiencia en observación lunar nos habremos dado cuenta que dependiendo de la incidencia de los rayos solares sobre nuestro satélite, veremos el paisaje lunar de forma diferente. Los juegos de luces y sombras son cambiantes, y ello nos permite tener una experiencia particular según el momento en que pongamos nuestro ojo en el ocular.

Un ejemplo espectacular y bastante evidente es el que nos ofrece Rupes Recta, la famosa “Espada de la Luna” una falla que presenta un desnivel de unos 240 m, un ancho que va oscilando entre 2-3 km y una inclinación media de 7º. Debido a esta inclinación, durante la fase creciente se observa como una línea negra; mientras que durante la fase menguante se observa como una línea blanca.

Durante todos estos años de afición, la he observado infinidad de veces en fase creciente, como una marcada línea oscura, pero curiosamente, hasta el 15 de agosto de 2017 no he podido disfrutarla en fase menguante como una inmaculada línea blanca.

La verdad es que al no elevarse la Luna mucho más de 25º respecto al horizonte, las turbulencias atmosféricas afectaban bastante, pero como he dicho, ya empezaba a ser imperdonable no haberla podido ver en directo antes, así que ni corto ni perezoso hice una rápida fotografía de ella:


No es una gran foto, como digo las condiciones no acompañaban, pero resulta perfecta para compararla con otra foto donde se puede ver Rupes Recta durante la fase creciente:


Y una vez conseguida la imagen, me senté cómodamente y me dispuse a hacer un rápido boceto de lo que estaba observando. Fue emocionante verla así después de tantos años, y sin duda mostraba una gran belleza.


Visto el tiempo que ha pasado hasta que la he visto a través del telescopio, puede que no sea el más adecuado para dar consejos, pero aun así, no puedo evitar hacerlo: no os perdáis esta bonita experiencia de contemplar uno de los accidentes más peculiares de la Luna cuando el terminador se encuentre cerca de Rupes Recta cerca del cuarto creciente y menguante.

Virtual Moon Atlas

sábado, 11 de noviembre de 2017

NGC6559 - Nebulosa de misión y reflexión en Sagittarius

La cercanía a las espectaculares nebulosas incluidas en el catálogo de Messier, M8 y M20, y el hecho de no presentarse a través del ocular de una manera tan espectacular como ellas, hace que para muchos pase desapercibida la presencia de NGC6559.

Carta generada con Cartes du Ciel
NGC6559 es una zona de formación estelar donde podemos encontrar tanto nebulosas de reflexión como de emisión. Situada a unos 5.000 años luz de distancia, sus nubes de gas formadas principalmente por hidrógeno son el caldo de cultivo que permitirá la formación de estrellas. Estas nebulosidades son las que en fotografía aparecen de color rojizo y corresponden a lo que conocemos como nebulosas de emisión.

Por otro lado, las estrellas ya formadas iluminan con una tonalidad azulada zonas de gas y polvo constituidas principalmente por carbono, hierro o silicio. En este caso estamos ante nebulosas de reflexión.

Un verdadero espectáculo que podemos contemplar en esta magnífica de esta región celeste:

Crédito: ESO/U.G. Jørgensen
En esta ocasión, saltándome mis reglas de no ver previamente fotografías de los objetos que observo por primera vez a través del telescopio, no pude evitar fijarme en ésta realizada por el telescopio danés de 1,54 metros ubicado en el Observatorio La Silla del ESO, en Chile, mientras buscaba información, precisamente, de M8 y M20.

La noche del 17 de agosto de 2017, apunté mi SC de 235mm hacia NGC6559 y después de estar un buen rato con ella me sorprendí a mí mismo terriblemente decepcionado con el resultado. Y en el momento me reafirmé en mi decisión de evitar mirar fotos antes de ver el objeto con mis propios ojos con el telescopio.

Este es el dibujo que hice de lo que pude percibir de NGC6559:



Estoy seguro que sin el condicionante fotográfico la hubiera disfrutado mucho más de lo que lo hice.

Me resultó especialmente complicada, al menos para mí. Por desgracia, cada año que pasa noto que mi vista va perdiendo agudeza y me resulta más difícil captar detalles en este tipo de objetos tan difusos. A parte que la contaminación lumínica, en vez de ir disminuyendo, cada día es peor.

Con todo, en un primer momento ya puedo apreciar cierta nebulosidad alrededor de cuatro de las estrellas que tengo centradas en el ocular. Añado el filtro UHC y las zonas que veía se muestran más marcadas, y a medida que voy adaptando mejor la vista empiezo a notar más nebulosidad esparcida por los alrededores, pero muy débil.

Como digo, habiendo visto la foto con anterioridad, quedo algo decepcionado al no poder ver algo tan espectacular como con M8 o M20. O tal vez es culpa mía y otros aficionados con mejor vista o cielos más adecuados han podido sacarle más jugo. Por otro lado, tampoco he encontrado demasiadas referencias visuales sobre NGC6559.

Sea como sea, pienso volver a observarla el próximo verano y dedicarle más tiempo a ver si puedo mejorar la experiencia.

viernes, 3 de noviembre de 2017

NGC6624 - Cúmulo globular en Sagittarius

No está de más ir comentando de vez en cuando que en nuestra afición es tan importante observar los diferentes objetos celestes con nuestro telescopio, como el saber lo que se está observando.

NGC6624, un pequeño y discreto cúmulo globular que encontramos en la constelación de Sagittarius, es un buen ejemplo.

La noche del 17 de agosto de 2017 estaba visitando unos cuantos globulares de esta espectacular zona del cielo, y uno de ellos fue NGC6624. Es muy fácil de localizar, ya que se encuentra a menos de 1º al sureste de la bonita Delta Sgr (Kaus Meridianalis), una potente estrella de un color amarillo-anaranjado muy marcado (mag. 2,7).

Carta generada con Cartes du Ciel
En comparación con otros globulares de la zona, puede llegar a decepcionar un poco si no disfrutamos de cielos oscuros y disponemos de un telescopio de abertura generosa, sin embargo, con un poco de paciencia se puede disfrutar de él.



La primera impresión al poner el ojo en el ocular es que me encuentro ante un globular débil, pero asequible al observarlo bajo buenas condiciones. Forma una línea recta junto a dos estrellas, TYC7393-380-1 de magnitud 9,7 y HIP90158 de 9,4, que son las dos más brillantes que aparecen en el campo del ocular. El cúmulo presenta un núcleo compacto, que sin llegar a ser resoluble para mí, si me ofrece, utilizando la visión lateral, esa sensación de crepitar estelar tan típica de los globulares que se encuentran en el límite de pasar a ser resolubles.

Con la vista mejor adaptada a la oscuridad, puedo apreciar un halo algo irregular, no demasiado definido, alrededor del núcleo.

En definitiva, un cúmulo globular exigente, pero asequible y con cierto atractivo.

Como decía al principio, sin tener más información sobre este cúmulo, la observación podría resultar un poco insulsa, pero viendo lo que esconde esta manchita blanquecina la cosa se torna más emocionante.

Según recientes estudios NGC6624 tiene una edad de 12 mil millones de años (+/- 500). Teniendo en cuenta que el Universo tiene una edad estimada de unos 13,8 mil millones de años, resulta abrumador contemplarlo teniendo en cuenta este dato.

Pero no es lo único interesante de este globular. En él se encuentra una pareja estelar formada por una estrella de neutrones y una enana blanca, separadas por tan sólo 161.000 km (la distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384.400 km) y que completan una órbita en tan sólo 11 minutos, lo que la convierte en la estrella binaria más rápida conocida. El sistema es una potente fuente de rayos X y  sinceramente, debe ser estremecedor lo que se está produciendo en esta zona del Cosmos.

Y el centro del cúmulo alberga un agujero negro de masa intermedia. Con una masa de 7 500 veces la del Sol, resulta ser un tipo de agujero negro bastante peculiar que se encuentra en una categoría intermedia entre los agujeros negros de masa estelar y los supermasivos.

NGC6624 fue descubierto la noche del 24 de junio de 1784 por William Herschel, se encuentra situado a unos 25.700 años luz de distancia y se extiende a lo largo de 66 años luz en el espacio.

Conociendo estos datos, sin duda la observación de este cúmulo globular se enriquece y provoca una sensación especial en nosotros cuando lo vemos con nuestros propios ojos a través del telescopio en una agradable noche de verano.

Y para poner una excelente guinda a esta observación, que mejor que disfrutar de esta excelente fotografía del protagonista:

Crédito: Gemini Observatory / AURA / Travis Rector (University of Alaska Anchorage)

sábado, 28 de octubre de 2017

NGC6642 - Cúmulo globular en Sagittarius

Cuando visitemos a M22, uno de los mejores cúmulos globulares que podemos observar con nuestros telescopios, sería bueno recordar que aproximadamente 1º al noroeste podemos encontrar otro globular que, aunque incomparable con la belleza de M22, bien merece, aunque sea por proximidad, que le echemos un vistazo.

Carta generada con Cartes du Ciel
En la agradable noche del 17 de agosto de 2017 así lo hice. Como el objetivo que me había marcado era NGC6642, di un rápido vistazo a M22 y sin entretenerme demasiado apunté hacia él.



Me resultó una observación curiosa. Pude percibirlo sin demasiadas dificultades desde el primer momento. Eso sí, bastante débil, difuso, irresoluble y no demasiado grande.

A medida que voy adaptando la vista y de estar un buen rato con el ojo pegado al ocular me sorprende al notar ciertas componentes individualizadas en su interior. Al final, con paciencia, buena abertura y buenos cielos, resulta ser un cúmulo resoluble.

Además, esta adaptación visual me permite distinguir un halo externo más tenue que se diferencia ligeramente de un núcleo más brillante.

Para finalizar, si el campo del ocular nos lo permite, podemos disfrutar de la vista de NGC6642 junto a M22. Una maravilla.

Aladin Lite
NGC6642 fue descubierto por William Herschel el 7 de agosto de 1784, se encuentra a unos 26.400 años luz de nosotros y a tan sólo 5.500 años luz del centro galáctico. Según los estudios realizados sobre su metalicidad, muy baja, nos podríamos encontrar ante uno de los cúmulos globulares más viejos de la galaxia. Otro atractivo que nos invita a hacerle una visita cuando nos movamos por la zona.

sábado, 14 de octubre de 2017

Una nueva visita a M18 - Cúmulo abierto en Sagittarius

No suelo hacerlo, pero en esta entrada en la que voy a comentar mi observación de M18 no la empezaré con mi experiencia, si no con este espectacular vídeo realizado con imágenes del ESO que nos permitirá viajar a este cúmulo abierto de una manera que no esperamos:


Crédito:

ESO/Digitized Sky Survey 2/N. Risinger (skysurvey.org). Music: Johan B. Monell (www.johanmonell.com)

Muchas veces, cuando estoy bajo el cielo estrellado pienso en lo excitante que sería poder visitar todas esas maravillas, pero está claro que hoy por hoy, tengo que conformarme con contemplarlas a través del telescopio. Pero no me quejo, me doy por satisfecho al ver lo que disfruto con el ojo pegado al ocular.

M18 es un cúmulo abierto descubierto por Messier el 3 de junio de 1764 que podemos encontrar en la constelación de Sagittarius, y es posible que nos llegue a decepcionar si, como es habitual, lo observamos después de haber contemplado los objetos más destacados que podemos ver en esta zona del cielo.

Se encuentra a unos 4.200 años luz de distancia y es un cúmulo relativamente joven, de unos 50 millones de años y que se extiende a lo largo de 6 años luz.

La noche del 11 de agosto de 2017 decidí echarle un vistazo con mi SC de 235mm, y como era de esperar, no levantó en mí demasiado entusiasmo, aunque para descansar un poco la vista, después de estar forzándola durante un buen rato intentando exprimir al máximo algún que otro objeto nebuloso, resultó ser un cúmulo bastante agradecido.



Puedo percibir cómodamente una docena de estrellas que destacan por su brillo sobre las más débiles que forman el campo estelar. Todas ellas con un bonito color blanco metálico.

M18 ofrece una agradable visión, relajante y sugerente. Es conocido también con el sobrenombre de “Cisne Negro”, un apelativo muy prometedor, aunque para ser sincero, en mi opinión, se necesita una gran dosis de imaginación para relacionarlo con este animal.

Sea como sea, ya que estamos por la zona, no nos hará ningún daño hacer una rápida visita a este agradable cúmulo abierto de Sagittarius.

Carta Generada con Cartes du Ciel

sábado, 7 de octubre de 2017

M8 - Nebulosa de la Laguna es Sagittarius con el SC de 235mm

Cuando alguna vez he comentado las razones por las que es aconsejable en nuestra afición llevar un cuaderno de observación con sus correspondientes bocetos, una de ellas es la de tener una referencia que nos permita contemplar nuestra evolución como observadores, y en mi caso, la nebulosa de la Laguna, M8, es un ejemplo perfecto para ilustrar este punto.

M8 fue uno de los primeros objetos que plasmé en papel allá por agosto de 2007… ¡ya hace más de diez años!


Viendo el dibujo que hice y releyendo las notas que tomé observándola con mi SC de 127mm, comparándolas con mi última visita a esta nebulosa, el 14 de agosto de 2017, con mi SC de 235mm, no puedo por menos que entender la fiebre delirante de abertura que a menudo nos afecta a los aficionados.

Aunque el telescopio de 5’ me ha dado muchas satisfacciones y me las sigue dando, tengo que reconocer que para objetos de cielo profundo nebulosos, el 9,25’ resulta un mundo nuevo. Y lo más preocupante es que me planteo si no sería buena idea empezar a ahorrar para comprar algo más grande…



Después de M42, tal vez M8 sea la nebulosa que más me impresiona a la hora de verla a través del ocular de cualquier telescopio. Su belleza siempre me obliga a estar más tiempo de lo que en un principio tenía previsto. Y la verdad es que no me lamento por ello.

El cúmulo abierto (NGC6530) es extenso, rico, sin estrellas excesivamente brillantes, salvo alguna excepción remarcable, pero si lo suficiente marcadas como para ofrecer un bonito y estético grupo estelar. La otra cuestión es saber qué componentes son realmente integrantes del cúmulo y cuáles están superpuestas. Aunque como siempre digo, a nivel visual estas consideraciones pueden dejarse relegadas a un segundo plano.

A medida que adapto la vista, a estas estrellas más brillantes se van añadiendo componentes más débiles y delicadas que con paciencia veo que aparecen poco a poco ante mí. Y no sólo eso. Con el ojo acostumbrado a la oscuridad, empiezo a percibir la nebulosidad que envuelve al cúmulo. Especialmente, alrededor de las estrellas más brillantes.

Pero no es hasta que pongo el filtro UHC que no contemplo en toda su plenitud a este magnífico cúmulo asociado a nebulosa. Es fantástico. La nebulosidad más evidente no se encuentra encima del corazón del cúmulo, si no alrededor de 9 Sgr. Y justo al lado puedo ver sin ningún problema la estructura que se conoce como nebulosa del Reloj de Arena (Hourglass Nebula), con una intensa actividad de formación estelar donde han sido identificados cuatro objetos Herbig-Haro: HH867, HH868, HH869 y HH870.


Después de un buen rato observando y dibujando cambio el filtro UHC por el OIII, y aparecen por todo el ocular delicadas zonas de nebulosidad que acompañan a las más evidentes que he descrito anteriormente.

Con la vista acostumbrada perfectamente a la oscuridad y el uso de los filtros, me quedo un buen rato embobado disfrutando de este panorama que es imposible que deje a nadie indiferente.

Y es que a parte de la belleza que podemos contemplar cuando apuntamos a esta nebulosa con nuestros telescopios, saber lo que se está gestando en esta parte del Cosmos sirve para aumentar lo gratificante que es su observación.

Crédito: ESO
Situada a unos 4.890 años luz de distancia esta activa región de formación estelar está plagada de jóvenes estrellas, con edades alrededor de los 2 millones de años, que se encuentran envueltas por una nebulosa que físicamente se extiende a lo largo y ancho de unos 115x50 años luz.

Carta Generada con Cartes du Ciel

viernes, 29 de septiembre de 2017

M6 y M7, Cúmulos abiertos en Scorpius

Observar los extensos y majestuosos cúmulos abiertos de Scorpius con un telescopio de gran abertura como mi SC de 235mm, no es lo más adecuado. Sin ninguna duda, es mucho mejor utilizar telescopios que nos ofrezcan campos generosos, e incluso, unos buenos prismáticos nos ofrecerán imágenes más sugerentes.

Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos apuntar a ellos cuando estemos observando con un gran telescopio. Después de estar forzando la vista intentando exprimir al máximo los objetos difusos presentes en la zona, se agradece mucho su presencia para recuperar fuerzas.

La noche del 14 de agosto de 2017 me encontraba en esta tesitura, y no me importó apuntar el SC de 235mm primero hacia M6 y después a M7. Para bien o para mal, debido a su cercanía en el cielo, la observación de M6 y M7 siempre suele ir conjunta, con lo que las comparaciones son inevitables al igual que sucede con M13 y M92.

Carta Generada con Cartes du Ciel
M6 es un cúmulo abierto joven, con una edad estimada de 80 a 100 millones de años. Abarca tan sólo 10 años luz de diámetro y se encuentra situado a 1590 años luz de distancia.



Con el ocular de 31mm M6 ocupa todo el campo, tanto que se pierde la perspectiva que resalta la forma típica de cumulo abierto que conseguimos obtener con instrumentos más pequeños, pero lo que se pierde en este aspecto, se gana aumentando el número de estrellas que podemos ver en él.

Más de setenta componentes, la mayoría de color blanco-azulado. De entre ellas destacan a simple vista una docena de estrellas que brillan alrededor de la magnitud 7-8. Es curioso el “dedal” estelar que se encuentra dispuesto coronando la estrella HIP86468 (mag. 6,7) hacia el centro del dibujo. Son estrellas que rondan la magnitud 10, así que para percibirlas bien, el cielo oscuro de mi pueblo y la abertura del SC de 235mm me permiten disfrutar cómodamente de este peculiar asterismo dentro de M6.

Otra peculiaridad que podemos encontrar en M6 es la presencia de la estrella variable BM Sco.

AAVSO
Esta variable varía entre la 5,3 y la 6,5 según la AAVSO, sin embargo, en el libro “Atlas of the Messier Object”, Ronald Stoyan, estiman las magnitudes de variación entre la 5,8 y la 8,0, con un periodo de 850 días.

Cuando se encuentra en su máximo, aparece como la estrella más brillante del cúmulo, como cuando lo observé en su día con el SC de 127mm. Esta vez, tan sólo destacaba por su color amarillo-anaranjado respecto a las otras. Según las observaciones que publica la página de la AAVSO, el 13 de agosto de 2017 alcanzaba la magnitud 6,7. Su color la hace de todas maneras perfectamente distinguible del resto de componentes del cúmulo.

Aladin Lite
Después de disfrutar de M6 apunto hacia M7. Es otro estilo.

Mucho más extenso que M6, tiene componentes más brillantes que destacan fuertemente respecto a un buen número de estrellas más débiles. Todo un espectáculo.



No logro observarlo completo en el campo del ocular Hyperion Aspheric de 31mm (56’). Citando de nuevo el libro de Stoyan, el “cuerpo principal de M7 consta de 24 estrellas con una magnitud entre la 5,6 y 9,3, distribuidas en un diámetro de 80’.

M7 tiene una edad estimada de unos 200 millones de años. Abarca 23 años luz de diámetro y se encuentra situado a 980 años luz de distancia.

La fotografía que aparece en la página de Aladin Lite de la zona donde se sitúa M7, deja bien claro que nos encontramos ante una zona extremadamente rica de nuestra Vía Láctea.

Aladin Lite
Tanto M6 como M7 merecen una visita durante cualquier noche de observación estival, y si es posible, utilizar varios instrumentos para ello. Prismáticos, pequeño telescopio y otro de mayor abertura.