viernes, 18 de septiembre de 2015

NGC6834 - Cúmulo abierto en Cygnus

La noche del 10 de agosto fue una noche especial. Y no lo fue por el hecho de encontrarme disfrutando de cielos oscuros en mi pueblo, con mi SC de 235mm, una turbulencia contenida y una transparencia envidiable, sino porqué esta noche fue la primera en que mi sobrina Maria de cuatro años me pidió poder mirar por el telescopio.

Y me doy cuenta que la vida de un astrónomo aficionado puede ser mucho más complicada de lo que me pensaba. Mis sentidos tuvieron que ponerse en alerta anticipando los movimientos de las manos de Maria que a velocidad de vértigo se dirigían al mando de la montura, al ocular, al tubo, al trípode, a mis papeles, a la linterna roja…

Se lo pasó de miedo. Pero lo mejor fue verle la cara cuando localicé M11 y le dije que pusiera el ojo en el ocular. Tuve que taparle el otro con la mano por qué no hubo manera de enseñarle a guiñar un ojo. Y entonces, mirándome con cara de sorpresa va y me dice: “¡Cuántas estrellas!”. No pude reprimir una sonrisa cuando fue a coger de la mano a la mamá, al papá y a los abuelos para que miraran también por el ocular. Quería compartir su descubrimiento con toda la familia.

Después le enseñé M22, M57, M27, Albireo, donde volvió a entusiasmarse al ver que una estrella era amarilla y la otra azul, NGC457 y acabé con la galaxia de Andrómeda.

De todas maneras, con lo que más disfrutó fue viendo el cielo estrellado a simple vista. Es lo que tiene ser un niño exclusivamente urbanita, no descubren lo que tenemos encima de nuestras cabezas hasta que van al campo o a la montaña.

Ya es era muy tarde para ella y la llevamos a la cama segundos antes que empezara a escalar por el trípode para seguir explorando el armatoste con el que tanto tiempo pasa por las noches su padrino.

Ya con más tranquilidad, vuelvo a tomar el control del telescopio y decido empezar la sesión de observación con un cúmulo abierto mientras mi vista se va adaptando mejor a la oscuridad.

El objetivo elegido es NGC6834, un cúmulo abierto en la constelación de Cygnus descubierto por William Herschel en 1784. Con una edad estimada de 80 millones de años, se encuentra a unos 7.000 años luz de distancia y se extiende a lo largo de aproximadamente 10 años luz.

A nivel visual presenta una magnitud 7,8 y un tamaño aparente de 6’.

Este es el dibujo que hice con el SC de 235mm y el ocular Nagler de 16mm (146,88x):



En una zona de cielo donde transcurre la Vía Láctea, dependiendo del cúmulo abierto que se va a observar, se tiene verdaderos problemas para identificarlo a no ser que tengas una idea bastante aproximada de lo que vas a ver.

NGC6834 no es difícil de reconocer, ya que en los 6’ que abarca presenta una columna vertebral formada por 5 estrellas de magnitudes entre 9-11. A su alrededor van apareciendo más y más estrellas más débiles a medida que vamos adaptando mejor la vista a la oscuridad.

Cuanta más abertura tenga nuestro telescopio y más oscura sea la noche, más espectacular resultará este cúmulo. En el peor de los casos, veremos una hilera de 5 estrellas. En el mejor, la misma cadena estelar pero acompañada por un gran número de estrellas de menor brillo.

Esta noche encuentro a NGC6834 ciertamente exuberante, hasta tal punto que al dibujo que he hecho le faltan componentes que no me he atrevido a incluir. Éstas se encuentran al límite de la capacidad del telescopio y de mi capacidad visual, hasta tal punto que parece que tenga nebulosidad asociada, pero no es así, son esas estrellas que están, pero que no soy capaz de percibirlas con claridad.

Un cúmulo muy bonito formado por estrellas blanco-azuladas.

Aladin Lite

2 comentarios:

  1. Mi hija de 5 años también demuestra cierto interés por el telescopio, lo que mas le gusta es observar la Luna. Sin embargo también están opiniones como la de mi mujer, ya que afirma que "solo veo puntitos"... :-D

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    1. :)

      Es muy típico, frases como "¿Y no te aburres?, si siempre miras lo mismo...

      A mi familia medio la convencí que no estaba perdiendo la cabeza cuando decidí enseñarles la Luna por el telescopio. Siempre recordaré la frase de mi madre: "La Luna está muy perjudicada", mientras le iba enseñando los diferentes cráteres :)

      Saludos

      Óscar

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